Spa en casa: no necesitas jacuzzi, solo buen diseño.
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- 1 feb
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Actualizado: 20 feb
Spa en casa: no necesitas jacuzzi, solo buen diseño
Cuando piensas en un spa en casa, seguramente imaginas jacuzzis imposibles, saunas de lujo y presupuestos desorbitados. Pero déjame contarte un secreto: el lujo no está en el precio, sino en los detalles.
Con un par de ideas inteligentes y un enfoque práctico, puedes crear un rincón que invite al relax, incluso si tu baño es del tamaño de un armario.
Más que un baño: un espacio para inspirarte
El baño no solo es un lugar para la rutina diaria; también puede ser ese espacio donde encuentras un momento de desconexión y, al mismo tiempo, de conexión contigo mismo. No sé a vosotros, pero para mí, en la ducha es donde se me ocurren las mejores ideas (y nunca tengo dónde apuntarlas). Por eso, el diseño de un baño relajante debe incluir detalles que realmente te inspiren. ¿Quién dice que no puedes tener una galería de recuerdos en esta estancia? Fotos familiares que te transporten a momentos felices, láminas con frases inspiradoras o cuadros pequeños que te hagan reflexiona pueden transformar este espacio en un rincón único.
Al fin y al cabo, la ducha no solo es par relajarte, también es para soñar despierto/a, planificar el día o recordar tus mejores momento
Diseño funcional y acogedor
Más allá de los elementos decorativos, hay ciertos trucos que siempre funcionan para que el baño sea un sitio cómodo y visualmente limpio, lo habréis leído y escuchado seguro que un millón de veces. Colores cálidos y textiles neutros ayudan a crear una base acogedora, los botes recargables para jabones y champú eliminan el caos visual que generan los envases de mil colores. Mantener las superficies despejadas y organizadas, utilizando cestas o cajas discretas, también es clave par transmitir calma y orden. Porque, admitámoslo, nadie puede relajarse si tiene que esquivar cinco botes de champú para encontrar el suyo.
El lujo está en los detalles
No hace falta revestir las paredes de mármol ni buscar el grifo más caro del mercado. Lo importante son esos pequeños gestos que hacen que tu baño sea más tú: una alfombra cálida para cuando sales de la ducha, una vela aromática o incluso una pequeña planta que aporte frescura.
Con estos toques personales, cualquier baño puede convertirse en un oasis donde parar el mundo durante cinco minutos y recargar energías para el día o la noche que tienes por delante.
Convierte tu baño en un santuario de relajación con pequeños detalles. Descubre cómo diseñar tu propio spa en casa sin grandes inversiones. Spa en casa: no necesitas jacuzzi, solo buen diseño
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